Según datos de la Sociedad Americana Contra el Cáncer, entre un 40 y un 80% de los enfermos oncológicos sufren algún tipo de desnutrición que empeora el pronóstico de la enfermedad. La guía de un dietista – nutricionista en estos casos resulta imprescindible para acompañar al paciente durante el proceso, procurando que se mantenga lo más fuerte y mejor nutrido posible para ganar esta lucha.

El cáncer y su tratamiento, que en ocasiones resulta agresivo por necesidad, pueden debilitar el sistema inmunitario del organismo del paciente al interferir con las células sanguíneas que protegen contra las enfermedades y gérmenes. Como resultado, el cuerpo no puede luchar contra la infección ni enfermedades como lo haría el de una persona saludable.

La alimentación es un aliado muy importante contra esta enfermedad

Comer los alimentos adecuados durante y después del proceso puede contribuir a que el paciente se sienta mejor y con más energía.

El que la dieta constituya una parte tan importante de la terapia se debe a que comer adecuadamente antes, durante y después de los tratamientos ayuda a que no se produzca desgaste físico progresivo con debilidad, agotamiento, disminución en la resistencia a las infecciones y dificultades para tolerar el tratamiento contra la enfermedad.

Muchas de las personas con cáncer acostumbran a perder peso porque el propio tumor consume mucha energía y, de forma secundaria, debido a que los tratamientos suelen producir efectos secundarios.

Problemas derivados del tratamiento oncológico

Los tratamientos para combatir el cáncer están diseñados para destruir las células cancerosas, pero, dependiendo de la intensidad, también pueden llegar a dañar las células sanas. Esto puede causar efectos secundarios que provoquen problemas de alimentación, siendo los más comunes:

  • falta de apetito
  • cambios en el gusto y en el olfato
  • estreñimiento, diarrea, sequedad o irritación de boca
  • intolerancia a la lactosa
  • náuseas, irritación de garganta y dificultad para pasar alimentos, vómitos
  • aumento o pérdida de peso.

Cambios en la alimentación

Durante el tratamiento contra el cáncer, es probable que el paciente requiera cambiar su alimentación para que le ayude a fortalecerse y soportar los efectos de la enfermedad y su tratamiento.

Puede que esto implique comer alimentos que normalmente no se recomendarían al tener un buen estado de salud. Por ejemplo, puede que necesite consumir alimentos con un nivel más elevado de grasa y calorías que le ayuden a mantener cierto peso, así como alimentos espesos o fríos, debido a llagas en la boca y garganta que dificulten la ingesta.

Dieta personalizada para el paciente oncológico

La mayoría de las guías nutricionales resaltan la importancia de un alto consumo de verduras, frutas y grasas saludables, limitando la cantidad de carnes rojas que se ingieren, especialmente las carnes procesadas o reducir de azúcar, alcohol y sal.

No obstante, al estar recibiendo tratamiento contra el cáncer, puede que estos objetivos sean difíciles de lograr, especialmente si hay efectos secundarios o simplemente si el paciente no se siente bien.

En el caso de que las recomendaciones o consejos dietéticos no basten para cubrir las necesidades nutricionales del enfermo oncológico, su dietista o profesional responsable de su nutrición podrá valorar la introducción de una suplementación específica con determinados productos. Estos suplementos son preparados nutricionales que están diseñados especialmente para completar la dieta.

El tipo de enfermedad oncológica, el tratamiento y los efectos secundarios que presente cada paciente deben tenerse en consideración, de forma personaliza, por los profesionales para determinar las mejores formas de obtener los nutrientes que su cuerpo necesita. Un nutricionista-dietista ayudará a realizar los cambios más adecuados en la alimentación.

Beneficios de una correcta alimentación durante el tratamiento contra el cáncer

Alimentarse correctamente implica ingerir una variedad de alimentos que le permita al paciente oncológico obtener los nutrientes que el cuerpo necesita para luchar contra el cáncer. Estos nutrientes incluyen proteínas, grasas, carbohidratos, agua, vitaminas, y minerales.

Comer de forma adecuada mientras se encuentra en tratamiento contra el cáncer ayuda al enfermo a:

  • Sentirse mejor.
  • Mantener un nivel alto de fuerza y energía.
  • Mantener su peso y las reservas de nutrientes de su cuerpo.
  • Tolerar mejor los efectos secundarios relacionados con el tratamiento oncológico.
  • Reducir el riesgo de infecciones.
  • Sanar y recuperarse más rápidamente.

Tratamiento de nutrición para pacientes oncológicos en Madrid

Las necesidades de nutrición de los pacientes con cáncer varían para cada persona. Será necesario que un nutricionista especializado elabore un plan alimenticio que le favorezca a mantenerse bien nutrido y le acompañe durante todo lo que dure el proceso.

En Clas Medicina Estética nuestro especialista elaborará una dieta absolutamente personalizada para que los pacientes que están sometiéndose a un tratamiento oncológico puedan ver favorecida su energía y tolerar mejor los efectos secundarios.

Para ello elaboramos un plan de trabajo que incluye una valoración inicial del estado nutricional del paciente a través del análisis de su composición corporal; planificación de una dieta personalizada basándonos en los resultados obtenidos, teniendo en cuenta necesidades de cada paciente y, en caso necesario, se realiza un estudio genético para personalizar aún más el tratamiento.